Páginas

lunes, 21 de mayo de 2012

Gracias por tu tiempo

Mis padres me dieron muchas cosas, todo lo que necesité para crecer y llegar a donde estoy y aunque no podría nombrar todas las cosas que he recibido de ellos, no creo que pueda olvidar:
El tiempo que dedicaron a estar conmigo (jugando o estudiando o cuidando de mí cuando estuve enferma), el tiempo que dedicaron a explicarme las cosas y el tiempo que dedicaron a escucharme.

!! Gracias mamá y papá !!

No dejeis de ver este spot de Procter & Gamble, protagonizado por las madres de los atletas internacionales que acudirán a la cita olímpica de Londres 2012.

"El trabajo más duro del mundo es también el mejor del mundo".



2 comentarios:

  1. Hija, tus palabras alivian mis penas son esas penas que las madres tenemos clavadas en el pecho y que comprenderás cuando Sofía sea grande, es ese sentimiento de cuando tuvimos que ser dura y de cuando no lo fuimos suficiente; es del recuerdo de cuando sufriste cuando peleabas con tu hermano, con tu prima, con tus amigas, o por aquel amor, o cuando pensabas que queríamos mas a tu hermanito que a ti, te aseguro que todos tus dolores me dolían mas a mi que a ti y en mi inocencia de madre odie a quien mal te hizo como leona salvaje aunque no tuvieras razón.
    La pena mas grande es la de sentir que un hijo piense que se quiere mas a uno que al otro, que difícil, ponerme entre mis dos amores… Los amores de madres (y supongo que de padres también para que nadie se ofenda) son infinitos para cada hijo, lo que pasa es que cada hijo según su carácter define la forma de recibir su amor y por apreciación puede parecer que queremos a uno mas que a otro y no es así, se quiere a cada hijo diferente solo eso, porque son de carácter diferentes, aunque ya lo saben porque lo he repetido millones de veces … Hijos los quiero infinitamente.
    Gracias, por aliviar esa pena, del bien o el mal, que en la duda queda el resultado de la persona que eres… Mi Orgullo y Mejor Amiga.

    ResponderEliminar
  2. Mami, hace mucho tiempo que perdí esos miedos. Tú fuistes culpable de darme la seguridad sufiente para andar y construir mi propia felicidad.
    Pero no te canses, no imagines que has terminado, aún te necesito, estás obligada a disfrutar conmigo todo lo que construiste y a guiarme para ser, aunque sea un poco, tan buena madre como tú.

    ResponderEliminar